Nuestra
querida compañera Doña Verónica Cernadas dedicó su charla de ayer -"La revolución pragmática. Filosofía y autoayuda"- a reparar en algunos prejuicios habituales con que filósofos como Fernando Savater, Gustavo Bueno o Victoria Camps interpretan y
valoran los libros de autoayuda. La idea que defendió la ponente fue que la
literatura de autoayuda, lejos de ser anti-filosófica, excesivamente simplona y
carente de concreción y aplicación efectivas, se aproxima en algunos aspectos a
las pretensiones de la teoría ética clásica y consigue resultados
verdaderamente valiosos en quienes la
necesitan o se aproximan a ella. En este sentido, lo anti-filosófico es precisamente tachar de
simplona e ilusa este tipo de literatura sin haber examinado debidamente sus
fundamentos y armazón teóricos.
La
charla estuvo llena de reflexiones, citas y anécdotas que ilustraron muy bien
la necesidad de apologizar esta literatura tan denostada en una sociedad que
parece avergonzarse de necesitar ayuda o autoayuda. Faltaron, quizá,
referencias para ayudar a seleccionar libros de autoayuda dado el mercado tan expansivo y creciente de este tipo de productos.
Fueron
numerosas las recomendaciones, pero cito las siguientes:
Tratado para radicales, Saul
Alinsky
La inteligencia emocional, Daniel
Goleman
Más Platón y menos Prozac, Lou Marinoff
Brújula para navegantes emocionales, Elsa
Punset
David
Porcel
Muy buena crónica, David. Gracias!
ResponderEliminarVerónica
Gracias a ti por compartir tus ideas. David
EliminarVerónica, ¿para cuándo un manual de autoayuda (o de defensa personal) para sobrevivir a la LOMCE?
ResponderEliminarGracias. Andrés
Herramientas de guerrilla para sobrevivir a la Lomce es lo que necesitaríamos. :-(
ResponderEliminarVerónica